Si entrar y salir de Manacor en coche ya era difícil, ahora aún lo es más debido a las obras que se realizan en la mayoría de accesos a la ciudad. Las retenciones en la carretera de Palma a Artà a su paso por la capital del Llevant están a la orden del día. A pesar de todo, las obras que se realizan en la ciudad son precisamente para evitar estos atascos. Así, las obras para construir la variante norte de Manacor son las que provocan mayor dificultad a la hora de circular.
Las carreteras de Conies y de Bandrís, a pesar de ser secundarias, son de las más transitadas y unas de las que presentan más movimientos de tierras. Desde Conies, ya puede verse claramente cual será el trazado de la ronda norte y en algunas horas se corta el tráfico para permitir el paso de las máquinas excavadoras. En la carretera de Bandrís, se está levantando una estructura para instalar un paso elevado de dicha ronda y los vehículos son desviados por una ruta alternativa. Por otra parte, en la entrada de Manacor desde la carretera de Palma se está finalizando ya la construcción de una nueva rotonda y el adecentamiento del torrente en este lugar. Estas obras, obligan a los vehículos a desviarse realizando una curva considerablemente cerrada.
Hasta hace escasas semanas, en el acceso a Manacor desde la carretera de Felanitx también se realizaban mejoras que ya han finalizado. Se ensanchó el tramo de carretera que coincide con el desvío hacia el cementerio. Durante el tiempo que prosigan todas estas obras, los colapsos circulatorios en determinadas horas punta siendo una realidad. A pesar de todo, una vez la ronda norte haya finalizado se prevé que el tráfico pesado y otros vehículos que se dirijan a localidades vecinas como Sant Llorenç o Artà, ya no tendrán que cruzar Manacor. Al menos ésta es la filosofía con la que se está ejecutando la ronda norte: dotar de mayor fluidez el tráfico de la carretera Palma-Artà a su paso por Manacor.