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Santa Margalida

La plataforma de Son Real exige al Consell que proteja la finca para evitar la creación de un golf

Los ecologistas solicitan que sea declarada Bien de Interés Cultural, lo que impediria urbanizar esta zona de Santa Margalida

Los miembros de la plataforma acudieron ayer al Consell con una pancarta y registraron la solicitud. Foto: TERESA AYUGA

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La plataforma «Son Real no té preu» presentó ayer en el Consell Insular de Mallorca un expediente para que el conjunto de la finca de Son Real sea declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica. La plataforma de Son Real, formada por varias personas del municipio de Santa Margalida y que cuenta con el apoyo del GOB, justifica esta solicitud por la existencia de 34 yacimientos arqueológicos dentro de la antigua possessió de Son Real, con una parte pública que fue adquirida por el Govern del antiguo Pacte de Progrés. Entre los yacimientos figuran la necrópolis de Son Real, la isla de es Porros y el poblado del Figueral de Son Real. En total, la plataforma quiere que se declaren BIC 1.360 hectáreas de la antigua finca en las que existen, además de los yacimientos, varios talaiots, navetas y otros elementos de gran valor cultural.

Con esta solicitud tanto la plataforma « Son Real no té preu» como el GOB quieren evitar que el proyecto de construcción de un campo de golf de 26 hoyos y de un hotel de 450 plazas dentro de Son Real salga adelante. Se trata de un proyecto promovido por varios hoteleros de la zona norte con el que se pretende dar un impulso económico a la zona con una oferta complementaria de calidad. «La declaración de Bien de Interés Cultural con categoría de Zona Arqueológica impediría que se construyera un campo de golf en un espacio que es una maravilla arqueológica y que cuenta, además, con un gran valor paisajístico», explica el portavoz del GOB, Miquel Àngel March.

El propio Ajuntament de Santa Margalida se ha apoyado la declaración de interés general de 825.000 metros cuadrados para que se construya el campo de golf y el complejo hotelero anexo a cambio de la cesión de varios 85.000 metros cuadrados para usos deportivo-sociales. Los ecologistas insisten en que permitir habitar en la finca de Son Real quita todo el encanto a un entorno virgen y sólo contribuye a «destrozar» un poco más el valioso paisaje de Mallorca. «Esperamos que nuestra solicitud no sea rechazada y que se tenga en cuenta el hecho de que una parte de Son Real ya es de propiedad pública», añade el portavoz del GOB Miquel Àngel March.

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