L. PLANAS
«¡Visca la Beata!». Este grito popular al finalizar la misa
presidida por el obispo Jesús Murgui, provocó los aplausos de los
centenares de fieles, tanto de Sencelles como de toda Mallorca, que
acudieron ayer al acto central de las celebraciones para conmemorar
el 150 aniversario de la muerte de la Beata Francinaina, conocida
popularmente en su pueblo natal como la «Tia Xiroia».
En sus palabras a los fieles, el Obispo manifestó que «cuando precisamente hoy se cumplen 150 años desde su muerte, la Beata Francinaina sigue siendo un referente muy vivo tanto para el pueblo de Sencelles como para el de Mallorca», destacando que «fue un ejemplo de entrega personal para servir a los demás, de una forma sencilla, humilde y sacrificada». En las plegarias, se pidió la canonización de Sor Francinaina «para que su vida sea un ejemplo de santidad».
En los actos, que culminaron con una visita al Convento de las Hermanas de la Caridad que fundó la propia Beata, las instituciones estuvieron representadas por el alcalde de Sencelles, Antoni Ferrer; la consellera de Presidència del Govern, Rosa Puig; la vicepresidenta del Consell, Dolça Mulet, y varios alcaldes y representantes de municipios de Mallorca.