M.S.
Existe una gran inquietud entre los usuarios del puerto deportivo
de Portals Vells ante la posibilidad de perder sus amarres. La
concesión terminó hace cuatro años, y las conversaciones con la
Dirección General de Puertos, que depende del Govern, están
atascadas. El puerto de Portals Vells cuenta con 62 amarres, 45 de
los cuales están a nombre de vecinos de la zona. La negociaciones
para renovar la concesión toparon de manera frontal con las
dificultades que presenta el acceso hasta el muelle. El vial,
estrecho y de difícil maniobrabilidad en coche, es propiedad de los
vecinos. Cuando Cristòfol Huguet era director general de Puertos,
en la primera legislatura de Jaume Matas, los vecinos ofrecieron el
camino a cambio de que les renovaran la concesión. El acuerdo
parecía razonable por ambas partes, pero no se llegó a ningún
acuerdo ni con Huguet ni con su sucesor en tiempos del Pacte de
Progrés, Onofre Rul·lan.
Hay quien teme que la revisión del Plan General del municipio de Calvià contemple la recalificación de suelo unifamiliar en plurifamiliar justo al lado del puerto; que se posibiliten permutas de suelo privado por amarres, lo que ocasionaría que muchos usuarios dejaran de serlo; y hasta que se dé una nueva concesión sin contar con los actuales titulares. Hace una semana que este periódico intenta hablar del puerto de Portals vells con Fernando Garrido, pero sus múltiples ocupaciones y visitas a instalaciones se lo han impedido hasta el momento.