Ayer a primera hora de la mañana el alcalde de Banyalbufar, Mateu Ferrà, supervisó personalmente el derribó por parte del Ajuntament de quince casetas de pescadores situadas en el torrente de Son Bunyola, junto al Port des Canonge, que hace más de veinte años que están en estado de abandono. El alcalde comentó que la zona se había convertido en un foco de suciedad y de peligro para las numerosas excursionistas que pasan por la zona y se encuentran numerosos desperdicios como cristales y hierros.
Una máquina excavadora y tres operarios llevaron a cabo el derribo de las casetas y efectuaron la recogida de todo tipo de basura, que fueron depositando junto a la orilla del mar, para acto seguido prenderle fuego. Después de diversas gestiones y tras haber obtenido el permiso por parte de Demarcación de Costas el Ajuntament de Banyalbufar ha procedido a las tareas de derribo de forma que se elimina un negativo impacto visual en la zona.El coste de las tareas asciende a unos 5.000 euros y con ellas se pretende «potenciar y recuperar una de los paisajes más emblemáticos del municipio, ya que debemos cuidar uno de nuestros recursos más importantes como es este privilegiado entorno natural». Una vez limpiado el lugar, se adecuará conveniente con distintas medidas como es la colocación de papeleras.