Pasadas las fiestas navideñas, Partido Popular (PP) y Unió Mallorquina (UM), miembros del equipo de gobierno en el Ajuntament de Calvià, han retomado las negociaciones para aprobar los presupuestos de este año, aunque no van por buen camino. El pasado jueves, el alcalde Carlos Delgado (PP) y el primer teniente de alcalde, Isidre Cañellas (UM), mantuvieron una reunión, pero no se avanzó en la negociación, lo que impedirá casi con toda probabilidad que este mes se aprueben los presupuestos, según reconocieron fuentes próximas al partido nacionalista.
Las conversaciones del jueves se centraron básicamente en las cuentas municipales, aunque ambos partidos deben reconducir el pacto tras las crisis vividas a finales del año pasado. De hecho, de la negociación del presupuesto se desprenderá si el pacto goza o no de buena salud. Los presupuestos de 2005 estaban prácticamente cerrados hace un mes y medio, pero la crisis sobre la rebaja del IBI un 5 por ciento los paralizó. En principio, ambos partidos acordaron la congelación del impuesto, pero el PP dio marcha atrás y finalmente se aprobó la rebaja de un 5 por ciento. Esta rebaja supondrá menos ingresos, por lo que se han debido de retocar las partidas presupuestarias de todas las áreas municipales. Esta situación está retrasando la aprobación de los presupuestos.
Además, las relaciones entre PP y UM no pasan por sus mejores momentos. Entre ambos grupos ha habido acusaciones de «deslealtad» y se habían dado de plazo hasta después de Navidades para volver a revisar los acuerdos del pacto.