Un grupo de 11 personas con distintos tipos de discapacidad física o psíquica, participan en un taller en el que se está llevando a cabo la réplica de los tradicionales caparrots de sa Pobla.
Bajo la supervisión del artista pobler Ferrán Pizà, este grupo de personas se reúne dos veces por semana y con la ayuda de varios monitores de la asociación es Grif, van dando vida a estos cabezudos, tan arraigados a la tradición poblera.
Según explica la regidora de Serveis Socials, Joana Mª Amengual, «se nos planteó la posibilidad de hacer una réplica de los 22 caparrots, los 11 adultos y los 11 infantiles, para poder disponer de dobles por si ocurre alguna desgracia o alguno de ellos se deteriora».
«Una vez aceptada la propuesta y tras encargar a un taller de Barcelona los moldes de los cabezudos» continua Amengual «hablamos con la asociación es Grif para que sus socios participaran en el taller».
Una propuesta que según confirma la presidenta de la asociación Micaela Cladera «aceptamos enseguida porque para muchas de estas personas es la única oportunidad que tienen para poder salir de casa y poder expresar sus emociones».
Pizà asegura que la experiencia de trabajar con estas personas «es realmente enriquecedora. Es increíble como se han implicado y como disfrutan del trabajo».
Muestra de esta implicación son las horas que los participantes dedican a esta labor, ya que a pesar de que el horario en principio era de 18 a 19 horas «a las cinco y media ya están en la puerta del estudio y son las ocho y media y todavía no se han ido».