El propietario de la explotación ganadera ubicada en la calle Cruz de Llubí ha decidido trasladarse a una finca situada fuera del casco urbano, según ha confirmado el alcalde Tomás Campaner (PP). Esta decisión ha sido tomada después de las quejas presentadas por los vecinos de esta calle, quienes han venido denunciando en reiteradas ocasiones el mal olor que produce.
Tras una reunión mantenida entre la Conselleria d'Agricultura, el Ajuntament y el propietario se le instó «o bien a cerrar el negocio o bien a trasladarse a otro lugar fuera del casco urbano», explica el alcalde. Finalmente, el propietario ha informado al Consistorio de su intención de trasladarse a la finca Son Mulet, ubicada a dos kilómetros del casco urbano. «En estos momentos», asegura Campanet, «el dueño está recopilando toda la documentación para poder realizar el traslado y desde el Ajuntament le ofreceremos asesoramiento y apoyo legal para facilitar este traslado».
Las denuncias de los vecinos comenzaron hace cinco años, ante el «pestilente olor» que provoca la mezcla de excrementos de bueyes con las algas y que se amontonan en unos terrenos de esta calle».