El futuro aprovechamiento del uso de la parcela donde se encuentra situada ahora la empresa Buades ha provocado la división del equipo de gobierno socialista y dos de los partidos que forman parte de la oposición, el PSM y los Independents de Binissalem. De momento, el convenio para trasladar a la industria fuera del pueblo no determina los futuros usos urbanísticos. El alcalde Miquel Nadal (PSOE) explicó ayer a Ultima Horaque «el aprovechamiento sería metro cuadrado por metro cuadrado; esto quiere decir que si tenemos 24.000 metros cuadrados se podrán edificar 24 mil». «Esto se traslada en la construcción de planta baja y dos alturas en unos 11.500 metros cuadrados», concretó.
Este es precisamente uno de los puntos del convenio con Buades que se tienen que negociar. Lo cierto es que la firma del acuerdo definitivo se ha vuelto a retrasar, pero el alcalde aseguró ayer que «el tema está bastante encaminado». Nadal explicó que «si ahora ya nos atamos con un número determinado de viviendas vamos en contra de los intereses del pueblo». «Más adelante nos pueden llegar ofertas encaminadas al ocio o podemos recibir alguna subvención. Existen alternativas», concretó. Según el alcalde, el objetivo definitivo del convenio es garantizar los costes del trasladado, que se sitúan en torno a los 9,5 millones de euros.
El PSM y los Independents, que han conocido las intenciones del equipo de gobierno en comisión informativa, han hecho llegar sus críticas a este diario. Así, el portavoz de los Independents, Pere Pol, señaló ayer que «no se ha puesto una limitación máxima para el aprovechamiento del suelo y se podrán realizar edificaciones monumentales; también es novedoso que ahora Buades quiera urbanizar este solar». Según Pol, se trata de un pelotazo urbanístico.