La consellera d'Agricultura, Margalida Moner, ante casi un centenar de ganaderos de toda Mallorca, consiguió ayer noche en Campos calmar los ánimos y llegar a un consenso frente al inminente plan de abandono estatal y autonómico que debe conciliarse antes de 2006. También asistieron al acto el secretario general de la Conselleria, Llorenç Rigo, y el director general de Agricultura Gaspar Oliver, así como ganaderos representantes de los sindicatos agrarios Asaja, Unió de Pagesos y la Asociación Intersectorial Agraria (AIA). La reunión transcurrió sin ningún tipo de tensión, a pesar de las críticas vertidas por Moner anteayer sobre los «críticos» al plan de abandono. La consellera informó que en el plan de abandono el Govern balear aportará un millón de euros para subir el precio de la cuota lechera, además de la cantidad que se aportará desde el gobierno central para los que deseen acogerse a dicho plan de ayudas. Moner se comprometió a pagar todos los gastos que supondrá el proyecto de viabilidad, proyectos, directores de obra y burocracia, para reformar las vaquerías a la nueva normativa europea.
Esta normativa prevé la adaptación de las explotaciones lácteas a la Ley Agroambiental, que obliga a adecuar las vaquerías al bienestar de los animales. Los ganaderos expresaron su preocupación por el alto coste que les supondrá dicha adaptación. Ante este hecho, Moner anunció una negociación de posibles créditos a bajo interés para todos aquellos que tengan dificultades para adaptarse al plan. De esta forma, una vez firmado el convenio entre los veterinarios y los ingenieros agrónomos, empezarán las inspecciones que corresponden a la Conselleria para evaluar el coste total de la reforma. Una vez calculado el coste total, se remitirá una carta individual a los ganaderos para que ellos certifiquen su conformidad .
Así las cosas, Moner anunció que «no se pagará nada para las reformas sin un certificado de obra avalado por los inspectores del Govern». Aún así, la consellera afirmó que «si no basta el millón de euros destinado a este fin conseguiremos más». Los que se acojan al plan de abandono podrían cobrar hasta 0'60 euros por litro de leche, un precio aproximado ya que la escala de criterios debe adaptarse a cada tipo de explotación. Ante la resignación de algunos ganaderos, la consellera afirmó que «no nos queda más remedio que tener que adaptarnos a la nueva normativa y desde el Govern ayudaremos en todo lo posible para que sea más llevadero». Según Moner, «los que ya tengan pensado abandonar el campo lo harán, y los que quieran conservar su cuota tendrán nuestro apoyo». De esta forma, con el anuncio de estas medidas la consellera Moner consiguió calmar los ánimos entre los ganaderos y alcanzó el consenso.