El buen tiempo que reinó durante todo el día de ayer animó a que un gran número de aficionados a la pesca del codiciado verdero se decidiera hacerse a la mar tras levantarse la veda el pasado miércoles 15 de septiembre.
Las bahías de Pollença y Alcúdia y las zonas de Cala Bona y Porto Cristo se llenaron ayer de numerosos llaüts dispuestos a conseguir el mayor número de ejemplares de este apreciado pescado, que suele rondar las orillas.
La pesca de verderol, denominado así por su color verdoso cuando lo sacas del agua, es principalmente recreativa. Cuando es adulto se conoce como serviola. La técnica que se utiliza es la conocida como fluixa que consiste en colocar dos cañas, una a cada lado de la embarcación, unidas con un hilo (fluixa) de donde cuelgan los cebos.
Algunos aficionados como Eusebio y Xisca, vecinos de Inca y gran aficionados a la pesca de verderols en la Bahía de Pollença, suelen utilizar dos tipos de cebo. Uno de ellos consiste en colocar un instrumento japonés conocido como rapala y al final se coloca un trozo pequeño de calamar. El otro cebo se forma colocando grandes tiras de calamar enganchadas a los anzuelos. «El calamar de la Patagonia suele ser el más apreciado por los verderols», asegura Xisca.
Otra técnica que se suele usar para la captura de este pescado es con fusil.
Aunque sin lugar a duda, la técnica indispensable para pescar verderols es la espera y la paciencia y «sobre todo tener suerte, que cuando pases piquen», sonríe Xisca.