Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), empresa pública adscrita a la Conselleria d'Obres Públiques, inició ayer el proyecto de renovación de los raíles de la línea ferroviaria Palma-Inca, una obra que costará 17 millones de euros y que ejecutará la UTE Vías y Construcciones y Aglomsa. Los servicios técnicos, explicó ayer la consellera Mabel Cabrer, aconsejaban esta actuación ya que hacía más de 20 años que no se sustituían los carriles. «Este proyecto supondrá dotar al servicio de mayor seguridad y confort», subrayó.
Las obras han comenzado en Son Fuster (Palma), debido al soterramiento del tren en el recorrido de Ciutat, y se ejecutarán por la noche, entre las 12 y las 6 de mañana, y los fines de semana para no entorpecer el servicio ferroviario. En concreto, el proyecto de rehabilitación y adecuación de los tramos ferroviarios hasta Inca y sa Pobla consistirán en la sustitución de los raíles de 45 kilogramos/metro por otro de 54 kilos, lo que proporcionará mayor estabilidad a la vía y en la renovación de las traviesas de madera por hormigón. En zonas urbanas, además se proyectarán mantas elásticas bajo el balastro para reducir las vibraciones y el ruido.
La inversión de Serveis Ferroviaris, que dirige Rafel Pons, también prevé la ampliación de la playa de vías de Son Rullán, con cinco vías más, y la de Inca, con una más, así como la creación de vías muertas en las estaciones de Santa Maria, Marratxí, Binissalem e Inca, para retirar los trenes en caso de avería. En el tramo Enllaç-sa Pobla, se llevará a cabo la prolongación de la red de comunicación de fibra óptica. En varias zonas también se construirán muros de guardabalastro en numerosas zonas. Las obras se realizarán en 11 meses.