Cuatro nuevos blavets forman parte desde ayer del popular coro del Santuari de Lluc.
El inicio de las fiestas del Santuari de Lluc vino marcado por el acto de imposición de sotanas a los nuevos miembros del coro, cuatro en esta ocasión, y una quinta sotana para un nuevo monaguillo. También hubo un recuerdo para los blavets que dejan la escolanía, alguno de ellos después de ocho años de internamiento.
La escolanía de Lluc cuenta actualmente con 55 alumnos, todos ellos varones y de distintas nacionalidades. Este año, por ejemplo, se incorporan un keniata y un marroquí, además de numerosos mallorquines.
En total, serán 16 los pequeños que se incorporarán este año a la escolanía de Lluc, coincidiendo con el inicio del curso escolar el próximo 13 de septiembre, aunque no todos forman parte del coro. El internado funciona como cualquier otro, los chicos acuden cada mañana a clase donde reciben formación escolar reglada. Solo algo les diferencia del resto de niños de su edad y es el interés por la música.
De los 55 muchachos que asisten asifuamente a la escuela, 28 prestan sus voces al coro y se visten para la ocasión con la popular sotana azul.
Solo pueden sumarse al coro los alumnos en su segundo año de enseñanza. «Los que tienen buena voz -explica uno de los tutores- asisten desde el primer año a los ensayos para aprenderse las letras y las melodías, pero no reciben la sotana para participar en el coro hasta el segundo año».
Los chicos acuden a clase entre septiembre y junio para regresar en agosto, en un curso estival en el que los talleres y la música son protagonistas. Todos los escolapios tocan un instrumento musical, violín flauta o piano.