MARIA PUIGRÒS
Sin material didáctico, sin mobiliario escolar, sin comedor para
los alumnos y con sólo dos ordenadores funcionando porque el
edificio se suministra con la electricidad de una farola. Así ha
funcionado durante el pasado curso el Col-legi Públic Colònia de
Sant Pere.
Cansados de reclamar a la conselleria d'Educació del Govern, unos cincuenta padres y madres de los alumnos salieron ayer a la calle a protestar. Reivindicaron el derecho de sus hijos a acudir a un colegio digno que paradójicamente es de nueva construcción, ya que abrió sus puertas a principios de este curso.
«El edificio aún no ha sido recepcionado por parte del Ajuntament, por este motivo el colegio funciona con un contador de obra que coge corriente de una farola y nos quedamos sin luz continuamente, con lo que el comedor que aún no ha sido construido tampoco puede estar en funcionamiento», manifestaba la presidenta de la Amipa.
Además reivindican una plaza de profesor de pedagogía terapéutica que «ya fue asignado porque una niña lo necesitará y ahora nos dicen que no vendrá».