Los ciudadanos de Sóller se mostraron ayer muy críticos y descontentos con la fiesta conmemorativa de los cien años como ciudad. Los vecinos arguyen que «en un evento de esta envergadura el Ajuntament debería haberlo celebrado con esplendor y fomentando más participación, y no limitarse a una misa, a un descubrimiento de la placa, donde faltó un discurso acorde con el momento, y un aperitivo para las autoridades en el salón de actos, donde no caben más de 30 personas».
Los actos comenzaron con una misa, en la que estuvieron presentes el delegado del Gobierno, Ramon Socias; el director general de Interior, Joan Rotger; la consellera de Cultura del Consell Insular, Dolça Mulet, y el alcalde de Sóller, Carlos Simarro, junto a otros miembros del Consistorio y el alcalde de Fornalutx, Joan Alberti.
Tras la misa se descubrió la placa conmemorativa. A continuación se sirvió un aperitivo para las autoridades y asistentes al acto. Durante el aperitivo el alcalde informó de que el Museo de Sóller ha programado una exposición conmemorativa de los cien años de la ciudad.