La reivindicada variante del Port de Pollença ya es una realidad. El Consell de Mallorca y el Ajuntament inauguraron ayer esta importante infraestructura viaria, que desde hace años los vecinos han ido reivindicando para mejorar y descongestionar la circulación de vehículos del Port a Formentor. Además de los carriles centrales, se han construido unos viales de servicios para acceder al Moll y que ayudarán a ordenar y encarrilar la circulación en esta zona. Precisamente, ayer, la presidenta del Consell, Maria Antònia Munar; el conseller d'Obres Públiques del Consell, Antoni Pascual, y el director insular de Carreteres, Gonzalo Aguiar, se desplazaron hasta Pollença, donde fueron recibidos por el alcalde, Joan Cerdà (UM).
El acto también contó con la presencia de algunos ediles del Ajuntament y vecinos del municipio, que quisieron conocer de cerca las características de este proyecto. La nueva variante, que discurre entre la carretera de Pollença al Port (PM-220) y la carretera del Port a Formentor (PM-221), consta de cuatro rotondas que permiten el acceso al Moll por cuatro puntos diferentes. Otra de las ventajas del proyecto es que con esta infraestructura se han creado unas 1.000 nuevas plazas de aparcamiento. Esta vía, que ha sido ejecutada por el Consell en un plazo de 17 meses, ha tenido un coste de 6.200.000 euros y ha sido realizada por la Unión Temporal de Empresas (UTE) Llabrés Feliu y Vopsa.
Durante la inauguración, el conseller avanzó que «se está revisando el proyecto de la segunda fase de la variante, que llegará hasta la zona de Llenaire. En estos momentos se está elaborando el estudio de impacto ambiental y puedo decir que esta legislatura ya se habrán iniciado las obras de la segunda fase». Por su parte, Maria Antònia Munar destacó: «No basta que tengamos las ideas claras, es necesario consensuar los proyectos con los ayuntamientos y los propietarios de los terrenos y en este sentido vamos por buen camino».