EFE/R.P.F.
Cinco playas de Baleares no son aptas para el baño, según el
Informe sobre la Calidad de las Aguas de Baño publicado ayer por la
Comisión Europea. Cuatro de estas playas se encuentran en Mallorca
(tres en Pollença y una en Cala d'Or) y la otra es la playa Cala
Padera, en el municipio menorquín de Es Castell.
Esta no es la primera vez que la Unión Europea alerta sobre la mala calidad de las aguas en el Port de Pollença.
El problema radica en que la depuradora del municipio no tiene capacidad suficiente para asumir la totalidad del caudal de aguas sucias en los meses punta por lo que el agua sobrante del tratamiento, todavía sucia se vierte al torrente y desde allí va directamente al mar. Precisamente el Govern balear a través de la Conselleria de Medi Ambient trabaja en estos momentos para subsanar el problema realizando dos ampliaciones de la depuradora del municipio. Se prevé que este verano el nuevo sistema de depuración funcione a un 60 por ciento de rendimiento.
Por otra parte, en los últimos años se está procediendo a la sustitución integral de la red de aguas sucias del Port que también provocaba averías frecuentes con vertidos de aguas sucias al mar. Un problema parecido con las fecales que sufría la Cala San Vicenç ya quedó subsanado la pasada legislatura. El Ajuntament de Pollença prevé además toda una serie de mejoras en la gestión de sus playas después de haber convocado un nuevo concurso para explotarlas desde este mismo verano.