La Comissió Insular d'Urbanisme del Consell de Mallorca ha sancionado con 140.000 euros a una empresa que instaló en suelo rústico y sin licencia once casetas prefabricadas de madera, con el fin de exhibirlas para posteriormente venderlas. En realidad, se trata de dos sanciones diferentes. Una de ellas suma 135.519 euros y sanciona la instalación sin licencia de estas casetas; la segunda, de 4.597 es una multa por la realización de un cerramiento de toda la finca sin permiso.
El responsable de Territori del Consell de Mallorca, Bartomeu Vicens, explicó que esta empresa se encuentra en el municipio de Sant Joan. El propietario de la empresa instaló estas casetas en suelo rústico, a pesar de que en este tipo de suelo sólo se pueden realizar determinadas obras y siempre tras haber obtenido la declaración de interés general. La empresa no sólo instaló las once casetas, sino que además montó una carpa que hace las veces de almacén y ubicó una torre de energía eólica. Todo ello se completó con un cerramiento que tampoco tiene ningún tipo de licencia, según el conseller.
Bartomeu Vicens señaló que la empresa ha presentado un recurso contra esta decisión, antes de acometer la vía judicial, por lo que no se ha podido establecer la sanción definitiva, que es la demolición de obras realizadas sin licencia. El conseller de Territori reconoció que el Consell teme que este tipo de prácticas de venta se extienda. Pero no sólo eso, ya que la institución insular está además preocupada por la proliferación de este tipo de casetas en el campo mallorquín, a pesar de que las normas urbanísticas impiden su instalación en pleno campo.