M.PUIGRÒS/C.VENY
Unas 1.500 personas se concentraron ayer en la estación de tren de
Manacor para reivindicar de forma inmediata el retorno del
ferrocarril hasta la localidad. Al cumplirse un año de la llegada
del tren a Manacor, el servicio ferroviario entre Inca y la capital
del Llevant lleva cerrado dos meses por la caída de un talud cerca
de Petra. Las obras de reconstrucción de la vía impiden que el tren
llegue a Manacor, porque tal y como se reitera desde la Conselleria
d'Obres Públiques «éstas deben hacerse con total seguridad y la vía
debe permanecer cerrada».
El acto central de la concentración convocada por la plataforma en defensa del tren fue la imitación realizada por varios actores locales de la consellera de Obras Públiques, Mabel Cabrer, y sus guardaespaldas. Con peluca rubia, llegó en coche oficial lo que pretendía ser una sátira de la consellera. Dirigiéndose a todos los presentes en un mallorquín muy español, la parodia de la titular de la cartera de Obres Públiques explicó el proyecto del «nuevo bar de la estación del tren». Entre los abucheos de los asistentes, un actor representando a un periodista realizó una serie de preguntas a la «consellera». De este modo, ésta explicó que «en tren solo van los pobres, los impedidos y los ancianos».
Una vez finalizada la representación, miembros de la plataforma se reiteraron en que «hoy no es un día de fiesta. Lo queremos decir bien claro: no nos convencen en absoluto los argumentos que mantienen la línea cerrada. Basta de manipulaciones y decisiones arbitrarias. Queremos el tren hasta Manacor mañana mismo». De esta forma, finalizaba un reivindicativo manifiesto que leyó el cantautor manacorí Guillem Sansó. Al acabar su intervención un gran aplauso inundó la estación de Manacor.