C. VENY
Un gran ramo de rosas blancas se convirtió en todo un símbolo para
la paz y en memoria de las víctimas de los fusilamientos masivos
que tuvieron lugar en Porreres durante la Guerra Civil de 1936. En
el marco de la proclamación de la II República, el pueblo de
Porreres también quiso rendir homenaje a todas aquellas personas
que fueron asesinadas únicamente por pertenecer al bando
republicano. El pasado sábado, más de cincuenta personas se
concentraron detrás de la Iglesia de la Cruz, muy cerca del
cementerio municipal, con la finalidad de participar en este acto
de homenaje en recuerdo de las víctimas. Es la primera vez que en
Porreres se organiza un acto de estas características, pese a que
fue uno de los pueblos que sufrieron más fusilamientos masivos,
junto a Manacor.
De entre las cincuenta personas que asistieron al acto, cabe destacar la presencia de un numeroso conjunto de familiares de víctimas porrerenques que murieron durante la represión franquista. Al acto también estuvieron presentes políticos del PSM, como Pere Sampol y Joan Toni Salas, y el regidor del Ajuntament de Porreres, Bernat Bauçà. El acto fue presentado por Bartomeu Garí, del grupo nacionalista de Porreres, que dio paso al parlamento del historiador, Manel Santana.
Uno de los momentos más emotivos de la celebración fue, sin duda, la lectura de los nombres y apellidos de las trenta víctimas republicanas de Porreres. En su memoria, los familiares depositaron el ramo de rosas ante el muro donde encontraron la muerte. Acto seguido, los allí presentes guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas de aquella cruel guerra, pero también recordaron guerras pasadas y presentes.