El alcalde de ses Salines, Sebastià Vidal (PP), ha retirado todas las pistolas a la Policía Local porque los agentes «no están en condiciones de controlar las armas reglamentarias que tienen asignadas, por no haber realizado prácticas de tiro desde hace varios años», explica Vidal en el decreto de Alcaldía del pasado día 7 de abril. En el texto, el primer edil añade que «sin el adiestramiento y entrenamiento necesarios, se incrementa el riesgo para su integridad física y la de terceras personas» y que «en caso de una intervención armada por parte de algún miembro de la plantilla en la que se produjeran daños o lesiones la responsabilidad subsidiaria de los daños y la penal, corresponde a este Ajuntament».
La retirada de las pistolas es la respuesta del alcalde a un informe que le remitió un policía local tras haber realizado «con éxito» el curso de monitor de tiro. En el escrito, el agente en cuestión ponía «a disposicion» del alcalde «los conocimientos adquiridos como monitor de tiro» y se ofrecía para coodinar las prácticas. Además avisaba al Ajuntament de que en caso de no hacerlas, no pueden llevar pistolas. Según ha podido saber este periódico, los agentes han solicitado al Ajuntament en diversas ocasiones poder realizar las citadas prácticas, pero «la única respuesta ha sido la retirada de las pistolas».
A partir de ahora, la única defensa que llevarán los agentes será el aerosol defensivo. Ante esta situación, los policías han decidido «no hacer servicios peligrosos porque nos sentimos indefensos». «Tenemos que llevar pistola, ojalá no la tengamos que usar, pero queremos tener seguridad», apunta un agente. «Al final el que sale perdiendo es el ciudadano». La retirada de las pistolas es consecuencia del malestar de los policías y su nula relación con el alcalde. De hecho, la mayoría de agentes han denunciado su precaria situación laboral ante UGT. Guillem Vadell, de este sindicato, corroboró la denuncia.