El equipo de gobierno del Ajuntament de sa Pobla aprobó el pasado miércoles en solitario, con los votos en contra de PSOE, PSM y Grupo Mixto y la abstención de UM, los presupuestos para 2004 que ascienden a 9.171.000 euros. El portavoz del Grupo Mixto, Joan Comes, calificó los presupuestos de «desestructurados, que sólo apuestan por el personal de confianza y por las fiestas». Comes insistió en que los presupuestos «son una tomadura de pelo» y que pone de manifiesto que el equipo de gobierno «está desorientado, no tiene ideas, y lo único que quieren es dejar contentos a las personas que han trabajado para el PP». Criticó que el aumento de la partida dedicada a personal de confianza «asciende a un 159%», y calificó de excesiva los gastos destinados a protocolo que superan los 30.000 euros.
En esta línea se pronunció el regidor socialista, Lluís Socias, que instó al equipo de gobierno «a no pagar con dinero público favores políticos». Tildó los presupuestos de «muy poco realistas» y pidió al alcalde hacer «un pacto de estabilidad presupuestaria», ya que el endeudamiento del Consistorio «se sitúa en torno al 90%, casi al límite de lo que permite la ley». El regidor del PSM, Joan Fiol, manifestó que el presupuesto «está muy marcado por el último año electoral» y solicitó al pleno la contratación de una «asesoría externa al Partido Popular para que realice un estudio de las cuentas, porque no me creo nada los presupuestos».Fiol pidió también la realización de una auditoría, «porque ustedes no tienen un límite» y «para que las cuentas de este Ayuntamiento sean limpias», petición a la que se sumó el regidor socialista.