A.BASSA/M.PUIGRÒS
Los más de cien trabajadores de joyas de la empresa Majórica de
Manacor sacaron ayer los cañones y pusieron en marcha toda la
artillería para abrir fuego. Los ánimos de los empleados están
caldeados, pero la moral está bien alta a tenor de la situación
angustiosa y de incertidumbre que sufren desde que el 50% de la
empresa perlera fuese adquirida por Drasan Limited. Nada les parará
y si es necesario «harán la guerra».
Más de un centenar de personas abandonaron sus puestos de trabajo en la sección de joyas y salieron a clamar justicia a la vez que denunciaron un «pacto de silencio» entre el Govern y la dirección de la empresa, un «posible acuerdo» para no presentar el plan de viabilidad hasta pasadas las elecciones del 14 de marzo. Los trabajadores se concentraron fuera del local ubicado en el polígono, a las 12,30 horas, donde habían colgado diversas pancartas en las que se podía leer «Macià Alavedra Mentider», «Rafel Español lladre»... y como si de una película se tratase escenificaron la situación dramática que están atravesando desde que están «en manos de piratas».
De este modo, fuera de las instalaciones de Majórica colocaron un muñeco vestido de pirata, colgado de una horca. A paso lento, el verdugo avanzó con la espada en las manos y le cortó el cuello. «Se hizo justicia. «El pirata aquí presente ha sido juzgado y condenado. Será ajusticiado según la ley pirata, es decir, será colgado del palo mayor hasta que entregue la documentación solicitada o esté dispuesto a negociar». El portavoz del comité de joyas, Guillem Vives, indicó que «nosotros lucharemos hasta el final. Parece ser que hay un pacto entre Govern, Ajuntament y la dirección de la empresa ya que, a día de hoy, no ha presentado el plan de viabilidad a los trabajadores.