El Consell ha creado en el Pla Territorial de Mallorca la figura del núcleo rural para legalizar los asentamientos surgidos en los años 80 en suelo rústico, muy cerca a las ciudades con importante actividad económica. «Los planeamientos municipales no dan solución a estos núcleos y, además, supone un coste importante a los ayuntamientos para dotarles de infraestructuras», explica Bartomeu Vicens, conseller del Territori en el organismo insular, quien cree que hay que solventar esta situación que afecta, sobre todo, a los municipios más importantes de la Isla.
Además de en Palma, donde hay numerosos asentamientos ilegales, también se localizan en Marratxí, Bunyola, Algaida o Andratx, municipios cerca de la Ciutat. En la zona norte, cerca de Pollença y Alcúdia también surgieron este tipo de asentamientos que hoy en día, sobre todo, en estos municipios se emplean como viviendas vacaciones. Felanitx e Inca son otras localidades con el mismo problema.
El Consell, en el Pla Territorial de Mallorca, crea un instrumento para poder legalizar los núcleos de viviendas ya consolidados, pero será necesario cumplir unos requisitos bastante estrictos «para evitar premiar a los que no han cumplido con la ley». Así, en primer lugar, en estos asentamientos deberán existir más de seis viviendas unifamiliares y, al menos, tendrán que estar edificadas un 80 por ciento de las parcelas.