Vecinos de los núcleos rurales de Son Buc y Sant Josep, en el termino municipal de Marratxí, solicitan al Govern de les Illes la modificación del trayecto del segundo cinturón al verse afectadas numerosas viviendas por las expropiaciones. La zona de reserva de terrenos del proyecto marcada en el Plan Director Sectorial de Carreteras afecta de lleno a estos núcleos, dividiendo la zona, según explica Jerónimo Rosselló, presidente de la comunidad de propietarios de Sant Josep. Esta franja de reserva afecta a unas 20 viviendas y de no modificarse el proyecto se procederá al derribo de por lo menos seis.
«El desvío del trazado se puede realizar por detrás de tal forma que no afecte a ninguna casa. No repercutiría en el coste ni en las expropiaciones», expone Rosselló. Estos núcleos que surgieron de forma alegal están ahora en proceso de legalización, pero las actuaciones están paralizadas a la espera de lo que ocurra con el segundo cinturón. En principio, según manifiesta Rosselló, los afectados cuentan con el apoyo del Ajuntament de Marratxí, pero piden a esta institución que actúe con rapidez. Los vecinos afectados, mientras tanto, se muestran sumamente preocupados. Manuel Medina adquirió una casa en Sant Josep hace tan sólo dos meses e indica que de haber sabido algo, «a lo mejor no la hubiera comprado».
Javier Buendía y Leire Núñez también compraron una casa en este núcleo no hace ni un año. «Pregunté en el Ajuntament de Palma y me dijeron que los planos estaban archivados, que la ejecución del segundo cinturón dependería del gobierno», asegura Leire. Para todos ellos, éstas son sus únicas viviendas. Maria Rosselló, que vive con su familia y su madre, señala que no duerme desde que se entero de la intención del Govern y Consell hacer esta carretera. Rosa Valverde, otra vecina de la zona, ya ha presentado alegaciones al Plan de Carreteres. Todos ellos coinciden en que se movilizarán si las instituciones no modifican el trazado.