T.OBRADOR/C.VENY
La gran mayoría de la ciudadanía de Manacor aprueba el servicio que
presta el hospital, si bien critica con dureza la práctica del
sorteo de pacientes por parte de personal sanitario del centro
comarcal. Esta práctica que se lleva a cabo desde hace unos siete
años, «con bolitas de papel y números», hecha pública por el mismo
jefe del Servicio de Urgencias y UCI, Joan López, ha sacudido el
funcionamiento interno del hospital, al mismo tiempo que ha
encendido la alarma entre diversas familias que incluso han
iniciado una campaña que podría acabar en los Juzgados. En estos
momentos, el reconocido sacerdote manacorí Jaume Santandreu impulsa
una campaña crítica hacia la práctica del sorteo que consiste en
denunciar «la falta de ética y el ataque al honor de los enfermos».
En este sentido, la acción pretende adherir «a la querella criminal
contra el supervisor Alfred Ferrando, a todas aquellas familias de
enfermos que consideren haber sufrido un atentado contra su honor».
Santandreu, que también sufrió la muerte reciente de dos familiares
próximos, se erige de esta forma como portavoz de este nuevo
movimiento social. «Queremos que Ferrando no pueda ejercer por más
tiempo, consideramos una ofensa a la memoria de nuestros muertos»,
sentenció. «No queremos dinero ni tampoco ser conejitos de india,
queremos que se haga justicia».
Manacor
Los ciudadanos aprueban el servicio del hospital pero rechazan el sorteo de pacientes
El sacerdote Jaume Santandreu lidera una campaña contra el supervisor Ferrando