Quince supervisiores de servicio (diplomados en enfermería) del hospital de Manacor han remitido a la gerencia una carta en la que amenazan de dimitir si no se despide el jefe de servicio de Urgencias y UCI, Joan López, a raíz de una presunta agresión de éste, el día 16 de octubre, al supervisor Alfred Ferrando. La advertencia de las diecisiete supervisiones es muy grave, puesto que de producirse dejaría al hospital bajo mínimos, en una situación de lo más complicada.
Asimismo, el colectivo de enfermeros y enfermeras están recogiendo firmas de apoyo a Ferrando, que en estos momentos está de baja. El afectado, el día de la presunta agresión, fue atendido allí mismo y se realizó el consecuente parte médico. Ahora, está indignado y su situación anímica es difícil y expectante. Por su parte, el sindicato de Comisiones Obreras considera que el hecho es «merecedor de la máxima sanción contemplada dentro del régimen disciplinario del hospital, conllevando el despido».
Jaume Pou, de Organización de la Federación de Sanidad de CC OO, informó de que el caso se encuentra «en fase de instrucción. Y el sindicato es sumamente respetuoso con el proceso». Pou comentó que la institución sanitaria comarcal ha sufrido «una serie de problemas que le desacreditan cuando el servicio que presta merece un reconocimiento y una normalización de su actividad». Pou defendió: «El que pega pierda la razón». En cuanto a la agresión, el sindicalista sólo pudo detallar que fue «por la espalda».