Cape Balear SL, la naviera que realiza a diario el transporte de Cala Rajada a Ciutadella, ha salido de la quiebra que se declaró el pasado 18 de febrero, según explicó ayer el antiguo gerente de la empresa, Pere Bonnin. Ayer se celebró la junta de los casi 90 acreedores en la sala de actos de la delegación de Manacor del Colegio de Abogados, aunque el caso se está tramitando en el juzgado número 4. El comisario de la quiebra judicial de la naviera, Javier Blas, ofreció un convenio de pago y de quita, por el que, en un plazo de siete años, cobrarían el 75% de los más de 1,2 millones de euros que se les adeuda. Para ello deberán renunciar previamente al ingreso de un 25% de los emolumentos que le corresponden.
Esta propuesta fue aceptada por la casi totalidad de los acreedores puesto que sólo hubo tres abstenciones. Esto supone que la compañía podrá seguir con su actividad, ya que de no haber sido aprobado el convenio existía el peligro de extinguirse la concesión para el próximo verano. El pasado mes de abril, el comisario de la quiebra, Javier Blas Guasp, ocupó las dependencias y el material, propiedad de Cape Balear en la calle Pizarro de Cala Rajada. La orden judicial impone la retroactividad de todos los actos celebrados por la sociedad desde 2001, incluida la escisión acordada el 7 de diciembre de ese mismo año, cuando Cape Balear SL redujo su capital a la mínima expresión, desde los 351.464,80 euros anteriores a sólo 15.145,19. El capital restante se traspasó en bloque a las sociedades Balear de Apartamentos SL y balear de Explotaciones SL, que incrementaron sus cuentas en 216.360 y 227.060 euros respectivamente.