E. BALLESTERO/C. MORENO
La alcaldesa de Costitx y presidenta del Consell de Mallorca, Maria
Antònia Munar, abandonaba a media noche, escoltada por una veintena
de agentes de la Guardia Civil y entre gritos y empujones, el
Ajuntament de esta localidad, hora y media después de rechazar la
moción que el grupo municipal del PSM presentó contra la Autovía
Inca-Manacor. Siete vehículos de la Guardia Civil procedentes de
Inca y Palma escoltaron a la alcaldesa hasta las afueras del
pueblo, después de que se radicalizaran las posturas en contra de
la autovía.
A la sentada inicial en el interior del Ajuntament le siguieron los gritos a las puertas del mismo y, una vez cerrado, un cordón de la Benemérita que intentaba garantizar la seguridad de la presidenta del CIM entre fuertes empujones y golpes en medio de una gran confusión. Todo empezó pasadas las diez de la noche, momento en el que el pleno ordinario del Ajuntament debatía una moción a propuesta del PSM de rechazo de la autovía Inca-Manacor.
La Policía Local seleccionaba a la entrada del Ajuntament quién podía acceder o no como público a la Sala y daba prioridad a los costitxers ante lo limitado del aforo. Un centenar de personas accedían así al pleno mientras que una treintena esperaban a las puertas del Consistorio. La tensión fue creciendo a medida que la alcaldesa anunciaba que no apoyaría la moción, y criticaba a los manifestantes declarando: «nosotros no hemos traído a nuestro gallinero pero si lo hubiéramos traído la proporción de gritos en favor o en contra de la autovía no sería la misma».