Según indicaron los responsables de la base aérea del Puig Major, las obras de remodelación del edificio que acogerá el nuevo radar, se encuentran avanzadas, por lo que se prevé que en el mes de noviembre ya están listas las instalaciones para acoger el nuevo y sofisticado radar. También se está procediendo a la construcción de las nuevas dependencias para alojar al personal que compondrá la unidad técnica, que vivirá de forma permanente en la montaña.
Además se tiene previsto trasladar al lugar la jefatura militar, al igual que otras dependencias. En estos momentos se están realizando estudios sobre los diferentes edificios que acogerán todo el sistema del radar, así como las viviendas, y otros servicios de la base. De momento las obras siguen a buen ritmo por lo que se calcula que finalicen en las fechas proyectadas desde un principio.
Las reformas de modernización en el Puig Major consisten en la instalación en su cima de un sistema de radar ya desplegado en la montaña hace unos tres años. Sin embargo en estos momentos se cambia de ubicación. Este radar se encontraba en una cota inferior donde antes había una estación de telecomunicaciones del Ejército norteamericano.