La tradicional Fira d'Alcúdia cumplió ayer con creces las expectativas de visitantes a pesar de la amenaza del viento que complicaba los paseos por el recinto. A primera hora de la mañana, como manda la tradición, la banda municipal recibía con su música a las autoridades locales, autonómicas e insulares. Hasta la localidad se desplazaron la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antonia Munar, el presidente del Parlament, Pere Rotger, además de varios consellers insulares como Dolça Mulet y Antoni Pascual y otros del Govern balear como Jaume Font.
También había numerosos parlamentarios del PSOE, entre ellos el ex alcalde de Alcúdia, Antoni Alemany y Celestí Alomar. Representando a Ciutadella, con la que está hermanada Alcúdia, estaba su alcalde Llorenç Brondo. La Fira estrenaba nuevo escenario después de la transformación de la finca de Sa Pilota, donde tradicionalmente se ubicaba a los animales, en un gran aparcamiento y parque infantil. Así, este año por primera vez los animales estaban en la finca de sa Portella, una opción que cautivó al público que visitó este recinto, acondicionado perfectamente para la ocasión. Además de la muestra de animales, allí se realizaron las exhibiciones ecuestres.
Desde sa Portella, los visitantes circulaban por primera vez a lo largo de la calle Príncipes de España (antes no incluida en la Fira), dedicada a las muestras de mayor tamaño, como las de coches o la exhibición de los bomberos. En el Paseo de la Victoria, hasta la Porta del Moll, se concentró el mayor número de stands, y por primera vez la muestra de producto balear fue sustituida por los productos de Mallorca.