T.O./C.V.
La reactivación de las obras del proyecto del puente del Riuet de
Portocristo ha reabierto la polémica. Un considerable número de
vecinos, la mayoría residentes en un bloque de pisos que limita con
el Riuet y la estructura metálica en cuestión, expresaron su
indignación por dicha ejecución. Es el caso de Joan Toni Vives,
Biel Bosch y Jaume Vives.
Ventanas tapiadas, impacto visual, futuros e hipotéticos problemas de ruidos, contaminación, y más caos de circulación. Un conjunto de circunstancias que muchos afectados temen que repercutirán «en la pérdida de calidad de vida». El conflicto ha llegado a los juzgados, y hay quienes esperan indemnizaciones.
Una de las versiones más coincidentes es que «la solución era arreglar el puente bajo porque en las inundaciones era un embudo y no esta aberración que están haciendo». Los vecinos, asimismo, denuncian falta de información. Por otro lado, ya se está hablando de medidas de insonorización. Cabe recordar la aparición de una plataforma para paralizar la acometida, pendiente ahora de resoluciones judiciales.