La supresión del transporte escolar en los institutos de Manacor y Artà y que afecta a los alumnos de Secundaria, ha provocado todo tipo de reacciones. Si el Ajuntament de Sant Llorenç tiene la intención de solicitar a la Conselleria d'Obres Públiques i Transports la puesta en marcha de un servicio de autobús combinado con el tren y la ampliación del servicio de bus escolar, el gobierno municipal de Manacor se ha puesto a disposición de los centros docentes, Mossèn Alcover y Na Camel·la, para entre todos concierten un transporte efectivo para los escolares.
El Ajuntament de Sant Llorenç demanda la incorporación de un servicio de autocares lanzadera que conecte los diferentes núcleos de población del municipio y pueblos vecinos con el tren de Manacor, mejorando las comunicaciones con Palma y con el hospital de Manacor. Además, Sant Llorenç insta al Govern a que «amplíe el servicio de bus escolar a los diferentes institutos del área de influencia para garantizar el derecho a la educación». Los vecinos de toda la comarca se han unido a las reivindicaciones de los ayuntamientos y, en la misma línea, exigen que el servicio de autocares «se combine con el horario del tren».
Por su parte, Esquerra Unida de Manacor ha solicitado públicamente al alcalde de Manacor, Antoni Pastor, que intervenga para solucionar los problemas generados a raíz de la supresión del transporte escolar de los alumnos de bachillerato en Manacor y Artà. EU exige tanto al conseller d'Educació como al primer edil que «restablezcan el servicio». El Ajuntament de Sant Llorenç, a través de una moción conjunta aprobada por unanimidad, proclama el derecho que tienen los alumnos de bachillerato, aunque no sea obligatorio, de «poder asistir a esta enseñanza con las mismas condiciones que los estudiantes de otros municipios». La moción también critica que hay algún curso de ESO que está obligado a esperar más de una hora para poder coger el autobús y regresar a casa, después de haber finalizado su horario escolar. Además, se saca a relucir que son reiteradas las quejas del centro escolar por la falta de puntualidad con la que llegan los alumnos a la primera clase de la mañana. En consecuencia, algunos profesores se ven obligados a interrumpir las clases hasta que los estudiantes lleguen a clase.