Los padres de doce de los treinta alumnos de tres años de párvulos del colegio público Bartomeu Ordinas del municipio de Consell aseguran que si no se pone «una solución al problema, nuestros hijos no entrarán en clase el próximo lunes como muestra de nuestra discorformidad». Ésta es la decisión que han tomado después de que se les informara que sus hijos recibirían las clases en una zona del comedor del centro escolar.
En un principio, la Conselleria d'Educació i Cultura del Govern balear había propuesto que la separación entre el comedor y la clase se realizaría con unos biombos de 1,80 metros de altura y la separación hasta el techo se cubriría con unas cortinas. Finalmente, el director general de Planificació i Centres, Rafel Bosch, informó de que «se evalúa la posibilidad hacer una separación más formal y estable de la que se hará cargo el propio Consistorio. El Ajuntament de Consell nos ha manifestado las críticas de los padres».
El alcalde de la localidad, Antoni Amengual, confirmó que «el Ajuntament realizará la separación con una pared de pladur que separe la clase del comedor y los gastos correrán a cargo de la Conselleria». «De esta manera, nos aseguramos que las obras estén listas lo antes posible, ya que si esperamos que las realicen desde la Conselleria no sé cuándo las podríamos tener listas», agregó.