La marcha nocturna de los fines de semana en el popular Carreró de Porto Cristo, una calle llena de bares donde cada viernes y sábado se reúnen centenares de personas, se ha trasladado parcialmente a la urbanización de sa Torre de esta zona costera de Manacor. El botellón, como una moda o como una manera de beber alcohol sin pagar los elevados precios de los bares de noche, se está imponiendo este verano en una zona de la barriada de sa Torre.
Los vecinos de esta zona residencial han comenzado a levantar las voces de protesta contra lo que consideran una «dejadez» por parte del Ajuntament y la falta de más control policial. Decenas de botellas de plástico y cristal grandes y pequeñas, bolsas de plástico, papeles, servilletas, montones de preservativos e, incluso, bragas se amontonan en una calle sin salida de la urbanización sa Torre. La calle sólo tiene salida a una extensa área de monte bajo y mata que conduce a una cala de rocas muy cercana al faro del Port.
Cuando llega la noche, pasadas las once, «algunas pandillas de jóvenes se reúnen en esta calle y se dedican a beber, fumar y cantar hasta altas horas de la madrugada. Después se van a continuar la marcha aCarreró», explica una de las vecinas del barrio afectado que ha preferido quedar en el anonimato.