El cáncer deja muchas secuelas físicas, pero a menudo las psicológicas son las más duras de soportar, porque «a pesar de haber superado la enfermedad, siempre te queda el miedo», asegura Carmen Guerra, una víctima del cáncer a la que se le extirpó hace dos años un pecho afectado por un tumor maligno y, desde hace casi un año, espera que el hospital de Manacor la cite para practicarle una reconstrucción mamaria. La larga espera de Carmen se ha traducido en indignación y esta mujer de 43 años asegura que luchará para conseguir la operación.
Carmen, casada y con una hija, recuerda que le extirparon el pecho enfermo hace dos años en el hospital de Manacor. «Las revisiones fueron bien hasta que, en septiembre de 2002, firmé mi consentimiento para la reconstrucción mamaria y desde entonces ha transcurrido casi un año sin que me hayan citado», critica la afectada, al tiempo que asegura que «la demora me angustia. Soy una mujer y me quiero seguir sintiendo como tal».
Las quejas orales y escritas dirigidas por la denunciante tanto al equipo de especialistas que llevan el caso de Guerra como al jefe de Servicio de Atención al Cliente del Hospital, José Maria Corrales, «siempre han encontrado la misma respuesta y nunca una solución real», explica. En una carta firmada por el anterior gerente del hospital, Andrés Calvo, se comunica a Carmen Guerra que «en estos momentos, es necesario que se prioricen los casos y se opte por las patologías tumorales y otras urgentes. Aunque también tratamos por todos los medios de dar respuesta al resto de intervenciones».