L. PLANAS
En enero de 2001, el equipo de gobierno popular adjudicó las obras
tras modificar sustancialmente el proyecto original a la
constructora madrileña Proneco y Obras SA con un plazo de ejecución
de 14 meses, por lo que desde el Ajuntament se anunció que las
obras concluirían a principios de 2002. Los cambios introducidos en
el proyecto inicial, especialmente la construcción de una planta
subterránea más para aparcamientos, provocaron los primeros
retrasos debido a las diferencias que surgieron entre los
arquitectos ganadores del concurso de ideas del proyecto y la
empresa constructora.
Finalmente, las obras comenzaron en noviembre de 2001, pero sin que las modificaciones incluidas en el proyecto pasaran por la aprobación del pleno municipal y con un informe jurídico desfavorable, desatando así las críticas la oposición. Tras el inicio de las obras, el Ajuntament informó que las lluvias retrasaban los trabajos y se puso un nuevo plazo para la ejecución del proyecto, «siempre antes del Dijous Bo 2002», según manifestó el propio alcalde Pere Rotger en su momento.
Desde entonces, no se ha vuelto a dar por parte del Ajuntament una explicación oficial del retraso en la ejecución de las obras. El coste del proyecto es de unos 2.400.000 euros, con una subvención del Pla Mirall para las obras de embellecimiento de 480.000 euros y un aporte municipal de unos 450.000 euros. La constructora asume el resto del presupuesto a cambio de la explotación de los aparcamientos subterráneos y otros servicios.