Los propietarios de comercios en las principales calles de Can Picafort consideran que la actividad de los vendedores ambulantes perjudica sus negocios por ser una «competencia desleal» y solicitan a los responsables municipales que actúen para regular esta situación. Estos comerciantes han explicado que «los vendedores ambulantes se instalan en las principales calles a las horas de mayor afluencia de público y, en muchas ocasiones, tienen el permiso de algunos restaurantes para poner el puesto en sus propias terrazas». «Se trata de una competencia desleal porque nosotros pagamos nuestros impuestos y todas las contribuciones municipales, y nos encontramos con que esta gente vende los mismos productos que nosotros como por ejemplo gafas o camisetas», explica una afectada.
El grupo municipal del PSOE en Santa Margalida se ha hecho eco de las protestas de los comerciantes y ha anunciado que solicitará al equipo de gobierno una regulación urgente y un mayor control de la actividad de los vendedores ambulantes en Can Picafort.
Por su parte, el delegado municipal en Can Picafort, Miquel Ordinas, negó ayer que este tipo de actividad exista en el núcleo costero. «En Can Picafort no hay venta ambulante. Sólo hay tenderetes de actividades artesanales para hacerse trenzas o tatuajes, que están regulados, pero nada más», dijo. «Quizá se da algún caso de venta ambulante muy puntual y difícil de controlar, pero si los comerciantes nos avisan, actuaremos», añadió Ordinas.