La elección de Carlos Simarro anoche como alcalde de Sóller ha supuesto cerrar el capítulo de ocho años de gobierno PSOE-PSM y asumir el reto de iniciar una nueva etapa «para recuperar el orgullo de ser sollerics». El candidato popular a la Alcaldía fue elegido batle con los siete votos favorables de su grupo municipal y los tres de la coalición formada por UM y Uniso, el partido independiente nacido precisamente de una escisión del PP después de que la dirección regional del partido designara a Simarro como alcaldable.
Con la elección del alcalde de Sóller se cierra la renovación de las corporaciones locales de Mallorca surgidas de las elecciones del pasado 25 de mayo. El retraso en la constitución del Consistorio solleric (el resto se constituyeron el pasado 14 de junio) se ha debido a la presentación de un recurso electoral del PSOE, que solicitaba la anulación de unas 200 papeletas del PSM y que finalmente ha sido rechazado, de modo que tanto socialistas como nacionalistas tienen tres concejales.
Una vez constituida la mesa de edad se procedió a la votación. El PSOE no presentó a ningún candidato a alcalde y Esquerra Unida-Els Verds y el PSM propusieron a sus respectivos «números uno», Onofre Bisbal y Guillem Bernat, respectivamente, que lograron uno y tres votos cada uno. El concejal de más edad de la Corporación, Bartomeu Pomar, en presencia del más joven, Sebastià Bauzà, fue el encargado de dar la vara de mando a Carlos Simarro, tras sumar los diez votos con los que PP y UM-Uniso forman mayoría.