ENRIC ELOSÚA
Los acantilados del Cap Blanc, situado en el municipio de
Llucmajor, han sido el lugar escogido para realizar un ambicioso
estudio que compara la estructura y las propiedades físicas de las
rocas, de forma que se puedan obtener imágenes sónicas que permitan
la creación de un mapa digital de la corteza terrestre y obtener
conclusiones válidas y aplicables a escala regional y mundial para
entender la reacción y el comportamiento de los líquidos en el
subsuelo (agua, petróleo). Este macroproyecto está dirigido por el
geólogo Jeroen Kenter, de la Universidad de Vrije (Amsterdam), y
cuenta con la participación de otras Universidades, como la de
Delft, o de la Universitat de les Illes Balears, con la
colaboración de Lluís Pomar, director del departamento de Ciències
de la Terra, y también de estudiantes de Italia, España y
Grecia.
La primera fase tuvo lugar el año pasado y en ella se realizó un estudio para determinar la validez del lugar. En la segunda fase, que es en la que se encuentran en estos momentos y que durará hasta julio, se están realizando perforaciones y sondeos para obtener muestras de roca. La tercera fase contará con la colaboración de Aliance, el proyecto de hidrología de la Unión Europea, para realizar la extracción de muestras en el mar. En la cuarta y última fase se estudiará un tramo de la carretera de la zona.
Kenter señaló: «En un año terminaremos, pero hay que tener en cuenta que además del trabajo de campo también hay trabajo de laboratorio, para analizar la información recogida que ocupará el espacio de unos 300 CD roms».