La titular del Juzgado de Primera Instancia número 11 de Palma, Fátima Saura, dejó ayer visto para sentencia el juicio por la propiedad del agua de ses Fonts Ufanes, que mantiene enfrentados a los dueños de la finca Gabellí Petit, donde brotan, y al Estado. Un perito afirmó que Gabellí Petit «tiene un notable valor ecológico y agrícola». A su vez, explicó que el agua de ses Ufanes viene de la montaña y se recoge en una cuenca de unos 40 kilómetros cuadrados y llega subterráneamente por una especie de rambla muy permeable hasta ses Ufanes, donde se encuentra una zona impermeable que hace que brote al exterior. Después desemboca en el torrente de Sant Miquel, atraviesa sa Pobla y desemboca en la bahía de Alcúdia.
El abogado del Estado, que presentó la demanda, aseguró que las aguas son de dominio público y se amparó en una serie de artículos de la Ley de Aguas de 1985, aunque matizó que el aprovechamiento de estas aguas seguiría siendo privado (por parte de los actuales propietarios) sin que se pudiesen hacer grandes obras o aumentar el caudal, sino para los usos que ha tenido siempre.
Por su parte, el abogado de la sociedad Alcúdia Marítima SA, propietaria de Gabellí Petit, exigió que el agua de ses Ufanes sea declarada de propiedad privada amparándose en la Ley de Aguas de 1985 y de 1979. También aseguró que si ses Ufanes se han mantenido siempre igual es porque han sido de propiedad privada.