La ex alcaldesa de Calvià, la socialista Margarita Nájera, atribuyó ayer la pérdida del municipio (durante 20 años, baluarte del PSOE en Balears) a un «exceso de confianza» y al «hiperliderazgo» que ha caraterizado su gestión. Nájera compareció ante los medios de comunicación en la sede balear del PSOE desde la que, flanqueada por Francesc Antich y Damià Cánoves, secretario de Organización, explicó que no había conseguido explicar bien «cuál era la estrategia de los grupos de presión» sobre Calvià y que se dejó llevar por la «excesiva confianza» ante la gestión municipal, que consideró «positiva». Por todo ello pidió «disculpas» y reiteró que únicamente ella era la responsable de los «errores».
En su comparecencia, reveló que fue Unió Mallorquina (UM) quien reclamó desde el primer momento la Alcaldía del municipio, pese a tener sólo dos concejales, y concluyó que «ha quedado demostrado que UM tenía dos precios», ya que al PP nunca le pidió la Alcaldía. Margarita Nájera insinuó que UM se había plegado a presiones. La anterior alcaldesa recordó que el candidato de UM, Isidre Cañellas, actual primer teniente de alcalde, había destacado reiteradamente durante la campaña que si su partido era bisagra, reclamaría la Alcaldía.
Nájera describió como «un calvario» estas semanas de negociación y expresó su temor a que Santa Ponça y otras zonas de Calvià se conviertan en «un nuevo Cala Major» donde se especule con hoteles para convertirlos en edificios de apartamentos. Nájera pidió a los informadores que siguieran «con atención» a dos hoteles que «están pasando por dificultades, Galatzó y Panamá». «Los socialistas enseñaremos a hacer oposición, sin querellas y estrategias barriobajeras», dijo la ex alcadesa, que ha renunciado a su escaño de concejala.