MARGALIDA PALMER
Decepción, caras largas y vergüenza ajena predominaron ayer entre
los votantes del PSOE y del PSM de Esporles al ver que pese a la
afinidad ideológica y las coincidencias programáticas sus líderes
no han sido capaces de alcanzar un acuerdo para gobernar en
Esporles. Las diferencias personales estuvieron por encima del
interés general y socialistas y nacionalistas inician la
legislatura en las sillas de la oposición.
A río revuelto, ganancia de pescadores y la Alcaldía para el popular Jaume Pou, el candidato más votado, que inicia su tercera etapa al frente del Consistorio. El PP contó ayer con el apoyo del concejal de UM, Gabriel Coll, pero no tiene mayoría absoluta.
Pese a la recogida de 300 firmas exigiendo un pacto progresista, no ha habido acuerdo. El PSOE, que pedía la renuncia de Pere Trias (ex batle que destituyó al socialista Jaume Balaguer hace dos legislaturas), se conformaba al final con que Trias no asumiera ninguna área de gestión. El PSM no aceptó. Los socialistas intentaron explicar en el Centro de Día a los ciudadanos el porqué del desacuerdo y Miquel Enseñat (PSM) hizo una última súplica durante el pleno. Nada sirvió.