J.M.SASTRE/J.JIMÉNEZ
Un equipo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de
la Guardia Civil se desplazó ayer a Cala Bona desde donde salió
acompañado por el director de la escuela de buceo de esta zona
costera, Antonio Tocomal, hasta sa Punta de n'Amer donde el pasado
domingo fue hallada la bomba sin detonar de tiempos de la Guerra
Civil española.
Una vez en el lugar, los agentes especiales se sumergieron con el objetivo de detectar el artefacto, realizar fotografías, comprobar si la carga está activada, el peso de la bomba y el peligro que puede suponer. El siguiente paso será la elaboración de un informe que la Guardia Civil trasladará a la Armada del Ejército Español que, en estos casos, es el estamento encargado y autorizado de retirar las bombas procedentes de la Guerra Civil.
Según ha podido saber este periódico, desde hace unos años, se han localizado en la Isla unos quince artefactos de este tipo concretamente entre la zona de ses Salines en el Migjorn y hasta más allá del Llevant. En todos los casos, los informes realizados han demostrado que estas bombas no suponen ningún peligro puesto que se encuentra en zonas poco concurridas como acantilados. De todas las bombas encontradas, existe una que está a 32 metros de profundidad mientras otra está sólo a un metro pero «entre rocas».