Los propietarios del último comercio abierto en el edificio del Mercat Cobert, en la calle del Born, tienen previsto abandonar en breve el edificio para trasladarse a un nuevo local. Lo podrán hacer así después de haber recibido desde el área de Urbanismo del Ajuntament d'Inca la licencia de obra menor para acondicionar su nuevo local, un permiso por el que han esperado cuatro meses.
Los comercios que tenían su actividad en el edificio del mercado municipal han ido abandonando sus locales después de que el Ajuntament no prorrogue los alquileres con el objetivo de llevar a cabo un nuevo y moderno proyecto que supondrá la demolición de las actuales instalaciones. En principio, los arrendatarios tenían de plazo hasta el pasado 24 de febrero para abandonar los locales y buscar alternativas para la ubicación de sus establecimientos, pero desde el Ajuntament se amplió el plazo, una vez que se comprobó que las tareas de demolición aún tardarían en poder comenzar.
El equipo de gobierno está trabajando actualmente en la adjudicación de las obras del nuevo proyecto. Esta adjudicación se hará a través de un procedimiento negociado una vez que el concurso de adjudicación quedó desierto. Según explicó en su momento el alcalde, Pere Rotger, las empresas interesadas propusieron realizar una serie de cambios en la distribución de los aparcamientos subterráneos que contempla el proyecto del nuevo edificio.