Las confrontaciones en Petra que se iniciaron hace más de un año con la polémica del tren y que continuaron durante la campaña electoral llegaron el martes a extremos inusitados. El regidor electo del PP, Salvador Femenies, y su vecino, Jaume Rosselló, se enzarzaron en una pelea que se saldó con este último ingresado en el hospital comarcal de Manacor, donde ayer tarde fue operado de la rotura de la rótula, mientras el edil presentaba varios arañazos y contusiones.
Femenies denunció ayer mismo los hechos ante la Guardia Civil de Vilafranca y Rosselló asegura que acudirá a los juzgados cuando su estado se lo permita. Los motivos del inicio de la pelea son diferentes según las versiones. El popular Femenies asegura que fue provocado por su vecino cuando éste le preguntó: «¿por qué no me dejaste papeletas?» de las elecciones. En este momento, siempre según el edil, comenzó todo: «Yo le contesté que no era de su incumbencia y comenzó a llamarme hijo de puta y a insultarme, opté por subir al coche y marcharme, cuando estaba ante él me seguía insultando y me detuve. Al preguntarle qué le pasaba cogió papeles y cosas que llevaba en el asiento del copiloto y me los tiró a la cara, yo me baje y comenzó a arañarme, cuando intenté quitármelo de encima se cayó y se lesionó la rodilla». Femenies añade que «Rosselló es un fanático del PSM». «Lo siento, nunca me había peleado con nadie, esto es culpa de la política».
Por su parte, Jaume Rosselló comentó minutos después de su operación que quien provocó la pelea fue Femenies. «Yo paseaba por la calle y pasé cerca de Salvador y me dijo en tono irónico gracias por lo que nos habéis ayudado», en referencia a las elecciones. Rosselló narra que a continuación se volvieron a encontrar ante sus viviendas: «Le dije que no sabía de qué se quejaba si no me había traído papeletas a casa». En este momento, asegura Rosselló: «Salvador subió a su coche y me embistió, frenó, bajó de coche y comenzó a agredirme, yo me caí al suelo y se abalanzó sobre mí, los arañazos se los hicieron los vecinos que me lo quitaron de encima».