Catalina Soler era ayer una mujer contenta por el apoyo masivo e histórico recibido por su candidatura del PP en las urnas. La candidata se había marcado como objetivo la mayoría absoluta, conocedora de que otro resultado la condenaría a cuatro años más a la oposición. Con todo, afirma que «me esperaba la victoria porque mi abuelo de 89 años me dijo que estuviera tranquila porque del trabajo sale el provecho y así ha sido». La candidata estaba «un poco asustada» y a la vez exultante. «Estoy muy contenta porque creo que pueblo ha manifestado que quería una alternativa, a partir del 15 de junio comenzaremos a trabajar para todos los que nos votaron y para los que no».
En referencia a las bajadas más o menos inesperadas de las demás formaciones, Soler las justifica en que los votantes «han valorado que se hizo un pacto no para mirar por el pueblo sino para ir contra el PP. Desde el momento que alguien baja de votos es porque se le castiga por todo lo que no ha hecho».
Aún no ha sido investida alcaldesa pero ya recibe llamadas que le reclaman cosas que prometió. En este sentido, afirma que una de las primeras cosas que hará «será una limpieza a fondo de todas las zonas costeras de cara a la temporada turística». Pero tiene en mente otros muchos proyectos inmediatos como «coordinar todas las fiestas que tenemos hasta Sant Agustí, escuchar a los ciudadanos, el día a día, comenzar la ronda de circunvalación intentando que no cueste nada al pueblo aprovechando que tendremos al PP en el Govern o conseguir la cesión del cuartel de la Guardia Civil».