GAM/M.B.
El desmesurado crecimiento de los últimos años ejerce dos efectos
directamente relacionados con las próximas municipales. Por una
parte, el aumento de cuatro concejales, pasando de los 17 actuales
a 21 y, por otra, el interrogante que se cierne sobre todos los
partidos sobre la verdadera intención electoral de los nuevos
empadronados, hecho que podría variar la balanza de forma
sustancial.
Esta legislatura ha venido marcada por el continuo enfrentamiento entre los socios del pacto postelectoral entre Independents de Marratxí (Idma) y PSOE. Las tensas relaciones entre los dos jefes de filas, Miquel Bestard y Miquel Coll, se han ido deteriorando a medida que han pasado los meses, aunque alcanzaron su punto álgido durante el mandato de un año de Coll como batle, a partir del cual Idma ha denunciado periódicamente el estilo absoluto de hacer las cosas de su socio, sin diálogo ni explicaciones, extremo que éste ha negado reiteradamente dando la culpa de los problemas a su homólogo.
No obstante, no se descarta que puedan volverse a liar a partir del 26 para emprender la cuarta legislatura conjunta. Barajamos política, donde nada es imposible. Con cinco ediles cada grupo, tanto PSOE como PP, éste en la oposición desde siempre pese a ser la lista más votada, han llegado a manifestar públicamente que podrían gobernar en solitario; pero deben ser los únicos que piensan que pueden pescar 11 regidores del actual panorama marratxiner. La realidad parece mostrar que las cosas se distribuirán de otra manera, ya que hay que contar con que PSM y EU, que actualmente tienen 2 y 1 regidor respectivamente, también tienen aspiraciones de aumentar, así como con la posibilidad de que UM consiga el edil que estuvo rozando hace cuatro años.
La perspectiva previa se completa con Clau y ASI que también quieren tener su parcela en el paraíso consistorial. Vistas las cosas con desapasionamiento parece que lo más razonable es pensar que los resultados se asemejen bastante al 99 y los 4 regidores de nueva planta se distribuyan entre los cinco partidos que ya están en el candelero.