Cuarenta matrimonios mallorquines confirmaron ayer en Lluc su casamiento en una misa multitudinaria coincidiendo con la celebración de sus bodas de oro y plata. Este fue uno de los momentos más emotivos de la Diada de la Família que organiza anualmente la diócesis de Mallorca. Cerca de quinientas personas participaron de la jornada y asistieron a una misa oficiada por el vicario general de Mallorca, Andreu Genovart, en ausencia del obispo de Mallorca, Teodor Úbeda, unos minutos antes de que trascendiera la noticia de su muerte.
De hecho tanto el vicario general como el prior Jaume Reynés como los delegados diocesanos de Familia, sin conocer aún la noticia de la muerte del obispo, quisieron tener un recuerdo hacia él, que tradicionalmente presidía esta ceremonia.
Los 18 matrimonios que cumplen este año sus bodas de oro y los 22 que celebran 25 años de casados, asistieron muy emocionados en las primeras filas a la eucaristía. Entrecruzaron sus manos para confirmar sus votos matrimoniales siguiendo las instrucciones del vicario Andreu Genovart. Más tarde, unos representantes de los homenajeados realizaron una ofrenda a la Virgen de Lluc. Al concluir la ceremonia, los delegados de la diócesis de familia entregaron a cada una de las parejas una rosa y un plato decorativo que conmemoraba su aniversario. Los asistentes a la ceremonia quedaron a comer en el Santuari.