Pitidos a ritmo de samba, golpes de tambores, silbidos y palmas fueron, por espacio de más de media hora, la forma que los funcionarios y trabajadores del Ajuntament mostraron su indignación al comprobar que sus reivindicaciones laborales no han sido escuchadas. La manifestación fue un paro. «Hemos descartado convocar una huelga porque con esto los trabajadores pierden dinero, pero todos los que han podido hacer un paro lo han hecho para mostrar su disconformidad con la actuación del Ajuntament», expresó el sindicalista de UGT Guillem Vadell.
El problema radica en que «hace ya más de seis meses que estamos negociando con el Ajuntament y no hemos llegado a ningún acuerdo por su parte. En la última reunión que se debía celebrar, el alcalde, Miquel Riera, nos dejó plantados porque tenía que inaugurar la carretera de Calas de Mallorca y el pasado 7 de mayo debíamos continuar la reunión y UGT tuvo que abandonar porque no se abordaba el problema».
Los funcionarios reclaman un aumento de sueldo y unas condiciones similares con otras categorías en cuanto a plus de producción y cobros de días festivos, que según denuncia UGT, «unos lo cobran y otros no». Trabajadores de la residencia, policías, administrativos, personal de deporte, música y todos los sectores de la plantilla están afectados por esta situación y no descartan nuevas movilizaciones en defensa de sus reivindicaciones.